Hay olores que cualquiera podría reconocer y provocarle algún tipo de recuerdo, memorias de un pasado, de una infancia, producir nostalgia, remembranza. Hoy escribiré y hare un experimento con ustedes para viajar a través de nuestra propia historia, nuestras anécdotas e ir recordando uno a uno los olores comunes como por ejemplo: El famoso olor de la tierra después de la tormenta, ese olor a tierra mojada, recuerda esos inviernos donde todo se pone verde, mas verde que de costumbre. Y que tal del olor a nuevo, a cuero nuevo (zapatos nuevos de pequeña era una cosa fabulosa), el olor a plástico en los cuadernos del colegio. Olores de comida ni se diga.. el olor de las pupusas en la plancha es inconfundible, el pollo campero. Hay perfumes, fantásticos, el sándalo en el abanico de mi madre el inconfundible pachuli, cuántos de nosotros no lo sentimos mas de alguna vez. Olores comunes, que en colectivo nos recuerdan cosas hermosas o tal vez no tanto.
Los bebes tienen un olor inconfundible, también el amor huele…sabe…la muerte también tiene su olor, el olor a cirio y a ciprés. Todo está relacionado con un olor y un sabor. Pero es increíble como algo etéreo intangible e invisible puede causar tanta nostalgia tanta alegría. Y que de las vacaciones, el olor a pino de la navidad, el olor a incienso de la Semana Mayor, y el olor a mar y a coco de agosto.
Las ciudades también tienen su olor, recuerdo el fuerte olor a mar de Peru, el olor a queso de Ginebra el olor a humo de Mexico y el olor a bosque de Costa Rica..
También las palomitas de maíz te dan la sensación de Hollywood, y el olor de habano y coñac me recuerda…mejor no me recuerdo porque tendría que seguir describiendo los olores del amor…