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martes, 22 de noviembre de 2011

BIENVENIDA AL SHOW


Este poema fue escrito por mi padre, Hildebrando Juarez, al que ahora llaman el poeta desconocido. Corria el año 1966, y los acordes del Concierto de Aranjuez se dejaban escuchar en aquel cuarto de una calle de Guatemala. Alli me gesté y alli se gestó este hermoso poema que vaticino mi futuro, gracias a mis padres por haberme dado el don de la vida y darme esta herencia genetica que es mas que cualquier baul con tesoros

BIENVENIDA AL SHOW
Poema de Hildebrando Juarez

Si hubieras visto a tu madre preparándose para darte la bienvenida
si la hubieras visto arreglando la casa el pan y la mesa
ante tu jubilosa proximidad
si la hubieras visto constante e impaciente ante el calendario
ávida de albaricoque tenaz ante la nuez y las almendras
como una ardilla
si la hubieras visto cargada! cómo te hubieras reído de su estómago!
no hubieras sentido el asombro ni la ternura que a mí me
[causó verte
[en el claustro materno gestándote como un dios
a mi modo yo también preparaba tu llegada
abríate una brecha entre la selva y abríate como Moisés la mar
todo para que llegaras sana y salva al show del mundo
y verte como un libro recién salido de la imprenta
era el 23 de noviembre de 1966 hospital roosevelt
es decir el siglo XX
en aquel tiempo dicen las escrituras que encontraron en
las paredes de la cárcel
nombres indescifrables escritos con sangre de muchachos
y palabras soeces en un inodoro público
es decir que comprendí lo duro del momento en que llegabas
y te pedí disculpas por haberte traído al siglo que tan
duro pega a tu padre en los costados
por lo que verás y escucharás en esta larga maratón del hombre
por las promesas que no te cumplirán y todos los sueños que no
se realizarán
por la frágil arcilla en que fuiste formada
por los dolores que sufrirás
perd.name por haberte traído al desorden a este crematorio
donde tienes que amar y empujar para encontrar un sitio
[donde establecer tu sueño
perdóname si en lugar de un aparato kelvinator encuentras
[una novela de cortázar
si no tienes un padre que pertenezca al club activo 20-30
[al ateneo o al partido
sin embargo
yo he de construir de ti un monumento a la vida
no una torre ni un adefesio para el tálamo nupcial ni una
[vieja casona que sea refugio
[de fantasmas murciélagos y telas de araña
serás el poema
la sinfonía
el testamento que nunca escribiré
porque cuando descubras que yo he muerto comenzarás a vivir
y la realidad tambián comenzar. a entretejer su celada a
urdir su esperanza.

viernes, 18 de noviembre de 2011

ISTAMBUL
( A Cecilia, para que una vez por todas se convenza de viajar)
Recuerdo esa tarde en Viena, cuando tarareaba una melodía que me recordaba los amaneceres en la casa de la Floresta, llenos de luz, de olor a “Chula”, escuchando al padre de José Andres cantar como un pájaro entre los pepetos. Todos esos sábados eran sábados de gloria; el estéreo de mi padre giraba al ritmo de los elepés.
Por la tarde lo clásico se convertía en bohemio, tras escuchar muchas veces el álbum antología de Juan Manuel Serrat, la frase de Algeciras a Estambul sembró una semilla de curiosidad por conocer esta ciudad que muchos me la describieron como encantada.
Nunca pensé tomar la decisión de conocer Estambul en menos de lo que canta un gallo, pero ya Mayel me había dicho lo enamorada que quedo en su primera visita, no tenía la más remota idea de lo que los sentidos serian capaces de degustar. Llegue a Estambul en un vuelo de Iberia con más de 2 horas de vuelo desde Zúrich, cansada de la madrugada, una de las cosas que menos gusto del viaje, pero que hago con gusto por la emoción del mismo. Al llegar nos esperaba un taxi con música de Pera lounge, el cual nos transportaría hasta el hotel en la zona de Aya Sofia, el centro histórico de Estambul. Mi primer acercamiento con esta ciudad fue el impactante rojo de su bandera exhibida por toda la carretera que conduce hasta el centro. Cientos de banderas turcas se movían con el viento que soplaba desde el mar. Los barcos estancados esperando el turno para pasar por el estrecho del Bósforo, legendario paso de la ruta de la seda, donde quien sabe cuántos fardos de telas, especias, quereres, guerras, Alejandros y laberintos de sentimientos cruzaron por aquí.
Dejando los trastos en el hotel, y caminando un breve espacio me encontraba entre un complejo monumental de edificaciones magnificas. Un crisol de estilos, imágenes que había visto muchas veces en fotografías, espacios de oración y recogimiento que en alguna época fueron refugio de paz para muchos hoy convertidos en santuarios para los viajeros, los fotógrafos, los japoneses, los vendedores de suvenir, los transeúntes. Estaba dentro de una película alternativa, mi propia película, mi vida en Estambul
Al lado de Santa Sofía se dan cita una cantidad de guías turísticos cuyo deporte principal es tratar de adivinar de dónde vienes y para dónde vas, competencia por intentar de adivinar por tus rasgos que país te respalda. ¿Española?, ¿Brasileira? Sin poder adivinar que este día la convención de Ginebra proclamaba a nuestro paisito con la medalla de oro entre los países más peligrosos del mundo.
El ‘asr, la oración de la tarde cantada con casi gemidos desde los altoparlantes de las mezquita azul interrumpieron mi tristeza por pertenecer a esta raza de personas sin alma y me recordó que no todos son asi, que aun existe gente buena y de buena voluntad aunque las estadísticas digan lo contrario se esmeran por halar la carreta.
Así me vi en medio de una mezquita, entre los feligreses, con la cabeza cubierta y en un acto de fe, pensaba en las miles de familias afectadas por los fenómenos climáticos. Estaba allí con el privilegio que me daba mi pasaporte y me situaba entre los hombres por no ser local, de lo contrario hubiese orado en un atrio aparte para mujeres con pañuelos de seda anudados artísticamente alrededor de la cabeza y hablando por celular.
No hay palabras que describan los colores, los aromas, las sensaciones, los ritmos, el gemido del llamado al Salat, los sabores, el golpe del viento, las imágenes de los pescadores, la personalidad del fin del mediterráneo. Me permitiré guardar en mi memoria esta melancolía de no poder visitarte Estambul cada vez que necesite una dosis de paz.
Pronto después de bajar por la calle de los tranvías y detenerme para contemplar el mar, ese que une dos continentes, atravesar otra mezquita, finalmente llegue al mercado de las especias. Los olores, los colores de los polvos, las pipas, los cristales, salir y luego esa sensación de caminar con la Nikon por las callejuelas entre miles y miles de personas me brindaba imágenes dignas de una exhibición. Esta ciudad me ofreció de todo, pero más que nada esa personalidad de ciudades sensuales, ciudades con alma y espíritu, esas ciudades que dejan huella, que encarnan esa sensación de incertidumbre y miedo por no saber si regresaras. Una ciudad que me dejo la huella de querer regresar, amar, comer, disfrutar, caminar, bailar, conjugar sus colores, sabores y dejarme llevar por esa magia que solo ella sabe mezclar. Espérame Estambul, piensa en mí, algún día volveré, a recorrer tus calles, a llorar de melancolía, a despertar con la melancolía del Subh al alba, regresare a caminar tus calles, a fotografiar tu gente a sentirme enamorada de algo atemporal sin rostro fijo, una ciudad que me atrapo desde el primer día
Istambul merece la pena

sábado, 27 de agosto de 2011

CARTA AL POETA GREGO PINEDA



El dia de hoy desperté con un fuerte pensamiento de infancia, sobre mi padre, el poeta Hildebrando Juárez, del cual te ha hablado Mayra anteriorment; especialmente recordé un viaje de él al Ecuador, donde realizó un curso de Periodismo Científico auspiciado por la OEA, en el que conoció muchos personajes del medio periodístico y muchos de ellos dedicados también al quehacer literario, con los cuales durante muchos años sostuvo contacto epistolar especialmente con una periodista la cual no olvido su nombre: Lea Bonzato Zardo.
No sé exactamente si ella se llamaba así, o eso es lo que recuerdo, sin embargo a lo que quiero apuntar, es el recuerdo de mi padre escribiendo a la edad de los 38 años con una calidad y una entrega, respondiendo las múltiples cartas a sus amigos algunos lejanos, algunos no tanto pero en especial a Lea. No internet, no Word, no laptop, era una Remington, una maquinita de escribir la cual recuerdo tecleaba y hacia su trabajo literario en papel tipo periódico. Tengo plasmadas en la memoria las tildes fuertes y repintadas en cada escrito en cartas que viajaban por el Correo Nacional dándole la vuelta al mundo. Donde estarán estas cartas del poeta? Será que habrán resultado en alguna planta recicladora de papel o estarán llenas de polilla con ese olor de guardado en algún baúl de alguna hermosa abuela. Posiblemente estén quemadas, en algún museo, o simplemente en la memora de su hija.
HE querido escribir este preámbulo Grego, porque no te contesté inmediatamente el correo que me enviaste el día de ayer, Los colores de los olores, debido a que no me encontraba en el punto exacto para responder algo tan significativo para mí como fue tu respuesta a mi entrada del Blog. Y todo este dilema mío de querer despertar a la escritura, queriendo rebuscar en lo más intimo de mi ser una gota de clorofila Juárez, una pisca de ADN de poeta, tratar de emular a los laureados, a Chamba mi tio, a Mario mi hermano o David mi sobrino, todos de la dinastía Juárez ya reconocidos en el mundo literario y los que posiblemente me consideran la miembro más fresa de la familia no apta para escribir, o tal vez solamente aspirar a escribir novelas de revista a los Corín Tellado, novelas de vanidades o de la Buen Hogar, todas estas verdades o mentiras que te escribo con esta dosis de nostalgia que me traen los días grises y el hipócrita frio del aire acondicionado de mi oficina, tienen que salir de todo un estado anímico muy especial para contestar tus cartas, sabes porque Grego? Porque imagino y me recuerda a mi padre esta manera de comunicarnos, por ello es que te escribí este largo preámbulo.
Gracias a todos por tomarse el tiempo de leer nuestros correos, cada quien, en lo particular a mi me encanta ver una carta de ustedes cada mañana o cada semana, no importa pero me encanta. El correo de Mayra desde España me transportó, e hizo sentir los sonidos y los olores de la Plaza Mayor. Grego me fascino al aseverar que logre pincelar sensibilidades de artistas amigos, esto provocó que no trabajara en la tarde y me fuese a pintar al estudio del Maestro toda la tarde, ya tengo 4 admiradores nuevos de mi obra “Portofino” la cual se esta gestando y nutriéndose cada dia, lo cual quiere decir que va por buen camino.
Amigos míos la vida será más fácil recibiendo cada día esta dosis equilibrada de sabiduría de cada uno de ustedes.
Por favor no se desesperen si a veces escribo 6 líneas, por favor exíjanos escribir, porque de vez en cuando salir al escenario necesita un empujoncito.

viernes, 1 de julio de 2011

Barcelona refugio de mi alma


No encuentro adjetivo que califique justamente a esta ciudad, me referiré a ella como el refugio de mi alma.
Barcelona es de esas ciudades que descubres y redescubres una y otra vez , vas notando la diferencia en cada balcón, en sus calles, las personas, cada cambio de estación, su lengua, su literatura. Barcelona se transforma palmo a palmo como la Sagrada Familia, se renueva día a día y se plasma como un mosaico gaudiano en nuestra memoria, como un caleidoscopio infinito de colores y formas.
Paseo de Gracia, entre Gran Via y Caspe, en la terraza de Tapa Tapa, con un café tallat en la mano y un libro de Garcia Márquez en la otra, fingiendo estar bien aunque de momento mis quimeras invaden y se roban abruptamente mi serotonina.
Veo de reojo mi taza de café, con ese corazón medio dibujado con la mezcla del jarabe de café y la espuma de leche descremada y ruego a Dios porque los baristas de San Salvador hayan ganado el concurso mundial para que ya dejen de saludar con sombrero ajeno los europeos y su café aromatizado con el mío.
El clima me juega de nuevo otra de sus bromas, hace frio para esta ciudadana tropical; mientras veo pasar a las mujeres anaranjadas por los falsos bronceados y con botas tex mex y su bufanda que forma los nudos más extraordinarios que he visto, estas catalanas son eruditas del foulard.
Mientras tanto La Vanguardia hoy hablaba del calentamiento global y siguen cabreados con Mourinho.
Barcelona es un amasijo de culturas que desfilan por las calles, pero a los propios los sabes reconocer cuando llevas más de 25 veces entrando por los tunels de Vallvidrera, cuando has recorrido toda la ruta de Gaudi, cuando piensas que morirás sin ver terminada la Sagrada Familia, distingues a los carteristas de la rambla, no te admiras por los colores de las frutas del mercado de la Boqueria, tomas un Suizo con enzaimada en la calle Petrixol, cuando sabes que la horchata es solo para el verano, cuando has llorado de amor en el parc Guell o eres capaz de no sorprenderte con el precio de las flores en Navarro o pintar las de las ramblas y que decir cuando abres la boca ante la Catedral de Santa Maria del Mar, si ya leíste la novela y te regalaron las de Ruiz Zafón un 30 de diciembre cuando la Marta Prats te invita a pasar la tarde entre la muchedumbre, refugiándote en el silencio de la iglesia de Santa Ana o a un café entre los estantes de la biblioteca del Ateneo y de paso dejar tirada la bufanda en el Corte Ingles de la Plaza Cataluña.
Reconocer el calor de su gente cuando ya tienes amigos, te esperan, te abrazan y te dicen te quiero tia.
Como puedo dejar de quererte Barcelona, si me has dado abrigo y cobija cada vez que te lo pido, si me pones a los pies la alfombra ámbar y grana de tus otoños, los colores de las flores de las Ramblas, las hojas de los arboles danzando con el viento. Si a pesar de todo has sido benevolente conmigo dándome lo mejor de tus viñedos, de tus prados, de tu mediterráneo.

jueves, 19 de mayo de 2011

Sus comentarios

Dicen que el alimento de los artistas es el aplauso, en el caso de los blogueros es el comentario. Gracias por dejarme comentarios tan positivos, eso si que es pan para el alma.

martes, 22 de febrero de 2011

Noches de bohemia con el tango uno


Diciembre de 2010, terraza de la casa en la Vía del Mar, el sótano de mi estudio de pintura, como le llamo despectivamente. Entre copas y tertulia, a media luz, y repentinamente los recuerdos se agitan y afloran entre el vino y la conversación con Meybell y Alex, recordando el reciente regreso de Fredy al Ecuador; mis tres amigos de la compañía Ecos, quienes acompañaron mi fin de año y con quienes compartimos interminables horas de Bohemia.
Sin saber a qué hora y de donde, Meybell mueve una silla tapizada en replica de piel de animal y la coloco en terraza, a la que convirtieron en escenario improvisado y sin ensayo, sin orquesta, sin público, sin cortinas de terciopelo negro ciruela empolvadas nada más que mis ojos impactados y llorosos por la sorpresa de ver ante mí la interpretación de uno de los tangos más intensos de este género musical, interpretados por la señora Susana Rinaldi, el tango uno, el que comenzaron a interpretar.
No puedo describir en estas palabras, como con la silla en medio del improvisado escenario, ella descargaba todas sus esperanzas, su espera, su amor, sus ansias. Súbitamente desde la obscuridad su figura masculina y atractiva sale por el pórtico de vidrio, entre velas y copas vacías. Ella espera, desolada, con sus pies en puntas, sus tacones gastados, retorcida de dolor y angustia, de celos y pasión. El se acerca lentamente al son del bandoneón, y la tira hacia su torso; la música continua, y suavemente inicia el balance al compas del tango uno
Uno dos y
Uno busca lleno de esperanzas
Vuelta la enreda entre sus brazos hacia
el camino que los sueños
y la alza al cielo recordando las palabras que
prometieron a sus ansias.
Se miran fijamente, se sueltan y piensan porque ella
Sabe que la lucha es cruel y es mucha,
Y el la suelta y la deja sola
pero lucha y se desangra
y regresa en cuatro y cinco, con pasos sobre el piso
por la fe que lo empecina.
Se miran fijamente el uno al otro mientras el la alza y la baja deslizando su cuerpo contorsionado vuelto en
Uno va arrastrándose entre espinas,
y en su afán de dar su amor
sufre y se destroza, hasta entender
que uno se ha quedao sin corazón.
Regresan y coinciden en los torsos ya sudando por la fuerza y por el
Precio de castigo que uno entrega
por un beso que no llega
o un amor que lo engañó;
vacío ya de amar y de llorar
tanta traición...

sus brazos dibujan figuras inconclusas, sus músculos su manifiestan haciendo figuras que resaltan en la obscuridad sombreada por un par de reflectores, sus manos se aferran a sus cuerpos gritándose en silencio, la toma por la cintura la eleva al cielo girándola presentándola a los astros y las estrellas y después la deposita al piso tratándola de hundi a los mas profundo de los avernos . Se alejan en diagonal , de espaldas, convergen en el centro, se miran, ella sube la pierna a su espalda, giran, saca, ella en punta, torso recto, brazos empuñando una verdad
Si yo tuviera el corazón,
el corazón que di;
si yo pudiera, como ayer,
querer sin presentir...
Cinco y seis y ocho adelante y atrás, saque alto y mirada fija a los ojos

Es posible que a tus ojos,
que hoy me gritan su cariño,
los cerrara con mis besos
sin pensar que eran como esos
otros ojos, los perversos,
los que hundieron mi vivir...

luego seis y siete y comienzo en uno dos ocho atrás, pívot, ocho adelante bolea, alargan los brazos, la suelta , y ella se aferra a la silla con toda su alma pidiendo pasión y compasión al mismo tiempo,

Si yo tuviera el corazón,
el mismo que perdí;
si olvidara a la que ayer
lo destrozó y pudiera amarte...
Me abrazaría a tu ilusión
para llorar tu amor...

Poco a poco la respiración se acompasa al ritmo del tango, baja el ritmo cardiaco y dos almas bañadas de pasión por la música y el baile gritan sin hablar como muchos otros quisiéramos decir en voz alta


Pero Dios te trajo a mi destino
sin pensar que ya es muy tarde
y no sabré cómo quererte.
Dulcemente la toma entre sus brazos, la deposita en el suelo , la levanta, ella se mueve con la gracia del viento y dentro de si pide a gritos
Déjame que llore como aquél
que sufre en vida la tortura
de llorar su propia muerte.
Exhausta de locura y de cariño se incorpora poco a poco y se vuelve a sus brazos, el la abraza entre sollozos y con furia la rechaza y la mira con tristeza, luego la incorpora nuevamente hacia su pecho y al fondo suena la Rinaldi cantando con esa pasión argentina

Pura como sos, habrías salvado
mi esperanza con tu amor.
Uno está tan solo en su dolor...
Uno está tan ciego en su penar...
Pero un frío cruel, que es peor que el odio,
punto muerto de las almas,
tumba horrenda de mi amor,
maldijo para siempre y se robó
toda ilusión...
Y luego uno adelante , dos al lado, por el piso, bolea
Y los tacones se escuchan en viejo estudio de danza de Ginebra
Mientras el metro pasa de largo y hace frio y yo recuerdo este diciembre con lagrimas de nostalgia

lunes, 14 de febrero de 2011

Beso


Quiero besarte
Con puntos suspensivos
Sin comas ni paréntesis
Sin verbos conjugados.
Quiero besarte
Así, llanamente
Sin apostrofes ni acentos
Libre y decidido
Como el lenguaje sencillo de aquel que expresa una palabra
Te amo..
Asi como suena de inocente
En los labios de un niño
De una adolecente
De un anciano
De cualquiera que hoy
Desee conjugar solo este verbo
Amar..
Picture courtesy of fotolog

jueves, 3 de febrero de 2011


Llegando de un largo viaje de los llamados "Overseas", cansada y desvelada y con una sed tremenda, me encuentro con una botella totalmente negra, una botella de esas que se diseñan no a la ligera, sino pensada en base a todo un concepto mercadológico.
Beber agua, es una práctica milenaria; se sabe del agua desde el principio de la creación, y en numerables obras de la Literatura Universal, Biblicas y que decir de la pintura, motivo de inspiración sin número de veces.
Generalmente concebimos a este líquido como algo puro, limpio, translucido pero particularmente esta botella se salía del concepto tradicional de transparencia y presentaban un agua en botella negra. Al tratar de leer la minúscula y transparente casi ilegible letra roja me di cuenta que estaba frente a un agua proveniente de vetas magmáticas, proveniente de la península Ibérica, especialmente Cabreiroa, Galicia, límpida con burbujas delicadas que nunca habían visto la luz. Estas burbujas estaban esperando a que yo las liberara y las "diera a la luz", exactamente como un nacimiento.
En nuestro hermoso castellano al momento de parir se le llama "alumbramiento" o " dar a luz" y eso es precisamente lo que el día de hoy hice con un puñado de burbujas de agua magmatica: traerlas al mundo. Lo interesante de todo esto, es el hecho de tener la oportunidad de "dar a la luz", y no busquemos una botella de diseñador donde probablemente sea el mercadeo quien ha sido el embellecedor de este concepto, busquemos realmente ser seres de luz, demos a la luz todos los días el ejemplo de ser buenos ciudadanos. No permanezcamos en la obscuridad de la ignorancia, de los celos, del resentimiento, de la envidia, de la cólera, de la pereza de la intolerancia. Demos a la luz ese espíritu de buena persona que todos debemos cosechar.
Una sola botella me ha dado la esperanza de poder renacer, de pensar en que debemos ser ciudadanos de luz.
A los que están en las tinieblas, démosle el ejemplo y a los que quieren ver la luz, que la luz les brille por hoy y por siempre.