Que tonto Corazón
Te llevaste a mi padre a los 45
Algo que llamaron infarto
Pero fue por uso excesivo dijeron después
Dijeron sus amigos los poetas
A mí a los 42 abriles, otoños o primaveras, me das golpecitos, suavecitos, quietecitos
A veces me asustas
Pero a veces tus golpecitos son
Tan dulces que me hacen flotar
Reír sin razón
Caminar sin saber la ruta
Ser peregrina de mi propio camino
No cambies, amigo mío, musculo incansable
No te doblegues todavía
Sigue tu ruta ineludible
Ponte atlético
Sigue latiendo
Corre por la vida
Que si esto se llama enfermedad del Corazón
No quiero medicina…
1 comentario:
Un corazón pleno lo da todo de sí, irreflexivamente... sin importarse a sí mismo. Agotado por tanto amar, se muere... ¿tonto?
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